Pintor emergente (autodidacta); nació en un poblado de la Sierra Sur; San Mateo Rio Hondo, Miahuatlán Oaxaca, lo vio nacer un 26 de abril de 1990. Hijo de padres campesinos, desde niño fue muy inquieto haciendo travesuras como cualquier infante de su edad.
A los 4 y 5 años se inquietó por el dibujo , haciendo muchos en el patio de la tierra recién barrida y mojada por la lluvia del día anterior.
A los 6 años ingreso a la escuela primaria ?Vicente Guerrero? de la población de San Mateo Rio Hondo, se caracterizó por ser un alumno que le gustaba hacer gráficos y rellenando sus cuadernos con pensamientos.
A pesar de todo no se había dado cuenta de aquel talento escondido, tenía otros sueños y metas, al salir de la primaria, su tío Gabriel Ramírez Paz lo llevo a la capital para que conociera la ciudad de Oaxaca, cierto día lo llevo a la casa de un amigo llamado Leonel, quien era un pintor de Bellas Artes en la ciudad, admirado por aquellos cuadros; aquel niño de 12 años sintió una sensación muy extraña.
Al entrar a la secundaria no recordaba a aquel pintor, llego un día cuando recordó y se llenó de emoción y pensó ?yo también puedo hacerlos? así que comenzó haciendo su primera pintura a los 14 años, sabía que con el tiempo mejoraría.
Desde entonces sintió muchas ganas de pintar; en la secundaria se caracterizó por ser un chico pintoresco y locuaz; inicio con sus primeros cuadros y los vendía a las personas que ya reconocían su trabajo.
En el año 2005 ingreso al COBAO plantel 27 de Miahuatlán, lo cual fue una decisión difícil de tomar; él quería estudiar en Bellas Artes, pero su hermana mayor lo convenció en estudiar en ese colegio; una vez estando en la institución educativa se enteró de las actividades académicas, deportivas y culturales, tomando la decisión de participar en artes plásticas; en el intramuros gano los dos primeros lugares, así que paso a la siguiente etapa; así comenzó su vida como novato en el mundo de las artes plásticas, su pasión más fuerte y vulnerable es sumergirse en un mundo extraordinario lleno de realismo y morir en gamas de colores fríos o cálidos.
Por su parte la pintura de Pedro nos lleva a hacer un recorrido por distintos parajes de la Sierra Sur desde Miahuatlán hasta San Mateo Rio Hondo que cuentan con una factura y un tratamiento que conmueve simplemente por su calidad.
La pintura para Pedro, es una forma de vida, ?mis ojos son el lente por el cual la naturaleza y su belleza entran en contacto con mi alma, yo no pinto paisaje, yo retrato a la naturaleza, cada una de sus cualidades perfectas, las nubes, los árboles, atardeceres, arroyos, senderos y veredas, dan vida a cada una de mis obras, porque en cada pincelada invierto mi vida. Pintar, es mi lenguaje, es la manera en que expreso mis emociones y sentimientos, a través de cálidos o fríos contrastes.
Hoy quiero ser portavoz de cada uno de esos parajes, esos lugares recónditos que pocos recorren o visitan. A través de mis pinturas quiero crear una conciencia, para salvaguardar estos paisajes, y al mismo tiempo mostrar ante los ojos de la sociedad, parte de los magníficos modelos que posan ante mi ventana, a la intemperie de mi comunidad y región. Porque para mí pintar significa existir, vivir, porque solo ante un lienzo encuentro paz y libertad? Una de sus obras predilectas de las 10 presentes es ?El paraje, de Atardecer en Yegoyoxi... al transmitirle ?cierta sensación de vida, y el equilibrio mío con la naturaleza, porque es como ver morir al sol, un día más de gracia que agradezco, la luz contrastada en el horizonte: como ver cada átomo de aquella luz que flecha las montañas??
Pedro de Aragón de 25 años de edad es oriundo de un entorno en el que la majestuosidad de la montaña se percibe con vastas extensiones arboladas entre la que los halos de luz se filtran y crean tonalidades de alta intensidad en su atmósfera. Inmerso en un entorno natural y arrullado por los pájaros con sus distintos trinos; en sus primeros pasos en parajes, el observar fue uno de los primeros hábitos que se forjó por su ingenua y permanente curiosidad por detectar cualquier particularidad en la flora, y qué decir de las formas y todo lo que reconociera en las nubes y las composiciones cromáticas que el cielo generara con naranjas, azules y amarillos en los atardeceres y el alba: pinturas en sí mismas.
Pedro se ha hecho en y con la naturaleza, es un portavoz de su riqueza estética; imprimió en su ser el colorido y los distintos matices presentes en los horizontes que cada día generan una nueva imagen en la película original que recorre los cielos hasta crear su nueva versión. Cuenta con una factura que conlleva mucho años y años de estudio, práctica y sensibilidad. Su tratamiento es tan minucioso como el de la botánica, con reflejos, transparencias, en el que la dinámica y la vida de la naturaleza se manifiestan con tintes realista y naturalista.
?Desde que era niño tuve interés por hacer dibujos en el patio recién mojado por la lluvia; luego en mi cuaderno hacia mi tarea a la par de mis líneas que moldeaban un paisaje o cualquier producto de mi imaginación. Ya en la adolescencia, me refugié entre páginas blancas y contrastes, donde viví mis primeras experiencias entre paisajes de acuarelas. Jamás imagine que pintar seria mi gran pasión, pero ahora vivo para la pintura y quiero dar voz a cada uno de los paisajes que esconde mi región; porque a través de ellos encuentro paz y libertad. Ver el paisaje por mi ventana me inspira y obliga a plasmarlo, a hacerle un retrato y cuando no puedo verlo, mi mente lo vive a flor de piel. Tener un lienzo frente de mí, me es un reto Los pinceles y colores en mí paleta en forma de una escala musical hacen el resto. Me es pertinente mencionar que todo lo que he logrado en mis obras, es producto de un aprendizaje autodidacta, el observar al paisaje mismo y hojear libros de pintura me han hecho ser lo que soy, mis pintores predilectos son José María Velasco, Eugenio Landesio, Rembrandt, Monet, Ingres y recientemente Tomás Sánchez?.
De seguir dedicado a la pintura de lleno, experimentando diversas técnicas entre ellas la gráfica, auguro que puede ser uno de los valores representativos de la plástica oaxaqueña en el paisaje por su sensibilidad.